El auge de las comunicaciones móviles e internet ha venido cargado de cosas buenas:
- Velocidad cada vez mayor en las comunicaciones, podemos estar en el otro lado del mundo en solo un par de clics.
- Acceso y difusión de contenidos infinitos, de cualquier temática que se nos ocurra y sin movernos del sofá de casa, lo que ha provocado a su vez la ampliación del conocimiento de todos.
- Simplificación de procesos tanto laborales, como personales e industriales.
- Generación de nuevos empleos para, por y a través de internet.
- Interacción con otras personas que formen parte de nuestro “grupo de interés” por el motivo que sea (redes sociales especialmente).
- Y un largo etcétera de grandes beneficios para la humanidad.
Está claro que internet es algo muy bueno para todos, pero pone un tablero de juego nuevo encima de la mesa. Un juego cuyas reglas se han ido escribiendo sobre la marcha y que en demasiadas ocasiones ha traído y sigue trayendo algunas complicaciones que antes no existían, como el fraude cibernético. Algunas de estas cosas malas que han llegado de la mano de internet pueden ser:
- Vulneración de nuestra intimidad, desgraciadamente voluntaria en muchos casos.
- Exposición brutal de nuestros datos personales, utilizados para fines poco deseables, o al menos no autorizados.
- Publicidad invasiva.
- Auge de noticias falsas o contenidos incorrectos.
- Adicción a las nuevas tecnologías y sedentarismo.
- Ciberacoso, extorsión…
- Y la aparición de la delincuencia digital, capaz de utilizar un poquito de todas las anteriores para conseguir sus objetivos.
Tradicionalmente se ha asociado el fraude cibernético a internet, normalmente al uso de correo electrónico o a la navegación por sitios web fraudulentos, y con un objetivo principal de estafar a la víctima u obtener un beneficio económico de algún tipo.
Desgraciadamente ya no es tan sencillo. El desarrollo tecnológico de los últimos años ha sido exponencial, nos ha traído cientos de redes sociales, con infinidad de herramientas de comunicación asociadas, lo que amplía aún más las posibilidades para los ciberdelincuentes.
En los próximos años vamos a vivir el auge del 5G, del IoT (internet de las cosas), y el desarrollo aún mayor de inteligencias artificiales, de las cuales vamos a depender para casi cualquier cosa, desde hacer la compra, desplazarnos, o cualquier tarea por cotidiana que parezca. Vamos a tener conectado a internet todos los aparatos de casa. Así que ¡Mucho cuidado! Cualquier cosa conectada a internet, o a una red móvil puede ser una vía de intento de fraude cibernético.
En las próximas semanas vamos a ir contándoos los casos de fraude cibernético más habituales, técnicas para detectarlos y evitarlos, y otra información útil para que no caigáis en las trampas de la ciberdelincuencia.
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Samuel mtz dice
buenas tardes, considero que el tema del fraude cibernetico ha vendio teniendo un auge muy fuerte en los ultimos años; como lo menciona el texto anteriormente solo pensabamos que podiamos ser vicitima de estos fraudes mediante correo electronico pero con el crecimeinto de las redes sociales y la ingenieria social que estas pesonas llevan a cabo estamos cada dia mas expuestos a comprometer nuestra informacion personal y que alguien haga mal uso de ellas. debemos ser cuidados en todo momento y no confiarnos de cualquier cosa que parezca extraña a fin de evitar caer en estos fraudes.