Septiembre es temporada de virus y ataques informáticos. Llega la vuelta al trabajo, y si las vacaciones han hecho su efecto volvemos todos relajados… demasiado relajados en algunos casos.
Cada día los ciber-ataques están dirigidos hacía el eslabón más vulnerable, los usuarios. Además de más rentable para los ciber-delincuentes, es más fácil dirigir el ataque a un mayor número de dispositivos y con una mayor tasa de efectividad. El objetivo se multiplica por miles en las organizaciones.
Durante este mes de septiembre, es muy probable que se incrementen de forma notable el número de ataques informáticos. Virus, fraudes en internet, suplantaciones de identidad… Hay que estar especialmente atento durante todo este mes (y siempre), sobre todo al correo electrónico.

Medidas básicas para evitar sufir ataques por correo electrónico:
- Ser precavido con la ejecución de archivos adjuntos. Sobre todo de remitentes desconocidos o poco confiables, pero mucho cuidado con nuestros contactos ¡También pueden haber sido infectados!
- Evitar hacer clic en cualquier enlace incrustado en un correo electrónico. Como ocurre con los archivos adjuntos, resulta sencillo para un cibercriminal, enviar un enlace malicioso accediendo al cual, la víctima infecta su equipo.
- Recordar que los bancos nunca pedirán información sensible por e-mail. El phishing es uno de los ataques por correo electrónico por excelencia. Consiste en el robo de información personal y/o financiera del usuario, a través de la falsificación de un ente de confianza. Su cuenta bancaria y su dinero puede verse comprometido.
- Habilitar el filtro antispam. Cuando esta configuración se encuentra deshabilitada, el usuario abre las puertas a recibir en su bandeja de entrada, no sólo información indeseada. También e-mails que buscan convertirlo en víctima de estrategias de Ingeniería Social.
- Implementar contraseñas seguras y únicas por cada cuenta de correo o servicio. De esta forma se evita que muchas cuentas se vean afectadas si una de ellas es comprometida. Recordemos que una contraseña segura es igual o mayor a 8 caracteres y posee mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales.
- Ser precavido en la utilización de redes Wi-Fi inseguras o equipos públicos. La consulta de nuestro correo electrónico desde las mismas, puede comprometer nuestra seguridad. Puede haber alguien espiando las comunicaciones y capturando las contraseñas y la información de los usuarios conectados a esa red. Para eso, se recomienda utilizar siempre HTTPS y verificar que las páginas accedidas estén certificadas digitalmente. Si utilizamos un equipo público, debemos asegurarnos siempre de cerrar sesión al terminar.
- Mantener la guardia alta con el correo electrónico. En la mayoría de los casos, es el propio usuario quién facilita al cibercriminal su información personal, de modo que es fundamental mantenerse atentos y actualizados en materia de seguridad informática, además de implementar buenas prácticas de seguridad.
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